Nació cuando recibí la imagen de un castillo rodeado de nubes negras, con dos ancianos y una muchacha encerrados en la torre más alta. Lo que escribí a continuación proviene de esa imagen. Es como cuando uno ve un cuadro y se imagina lo que podría haber más allá del marco.

Soy admirador de Tolkien; seguro que eso se nota en mi novela. No he leído los libros de Harry Potter pero sí he visto las películas. Pienso que Volna, la protagonista de ‘El Rescate del Castillo Blanco’ se parece a Harry en cuanto ambos reciben cuando muy jóvenes el peso de responsabilidades heredadas de sus padres.

Surgieron de distintas maneras. Algunos son variaciones de nombres de personas que conozco, como Volna, que proviene de Nathalia Wolf; otros son variaciones de nombres históricos, como Bormonzor, que proviene del caudillo andalusí Al-Mansur; y otro montón surgió espontáneamente, como Ávakast.

Ahora mismo me identifico con Olnixian, el anciano que relata ‘El Rescate del Castillo Blanco’ desde un rincón de la biblioteca de Xalbadia. Estoy a dos canas de convertirme en él.

Me entusiasma. En particular valoro los detalles de la tapa y las ilustraciones. Me da pena rayar el libro con un autógrafo.

Espero terminarla este semestre. Pero desconozco cuándo se publicará: eso depende de criterios editoriales.

La narración se desarrolla algunos siglos luego del final de ‘El Rescate del Castillo Blanco’. Empieza en una pradera, con un hombre de cabellos blancos acosado por una bandada de cuervos. La historia de ese hombre será el motivo de la novela.  

Jorge García Fuentealba, nacido en Chile en 1981, vive desde muy niño en Chiloé donde completó los estudios básicos y medios, para posteriormente cursar la carrera de Derecho en la Universidad Austral de Chile, en Valdivia.

Escribe ficción en su tiempo libre. Vive actualmente en Ancud.